Partamos poniéndonos de acuerdo en algo: Todos tenemos buenas y malas relaciones en algún punto de nuestra vida. Son un cumulo de situaciones ásperas o suaves que nos van moldeando, a medida que avanzamos y maduramos entendemos qué queremos o que no queremos. Así, después de un largo andar logramos una versión estable de nosotros que convive de forma más o menos armoniosa con el entorno. Las empresas pasan por un proceso similar, partiendo con una idea inicial de negocio escalando hasta un punto de consolidación y luego una re-evolución. Durante todo este andar la empresa va dejando y adquiriendo hábitos, actividades que se van acomodando en su organismo, muy similar a los humanos. El Branding es como la conciencia de una empresa, que se materializa desde el interior hasta llegar a convertirse en una marca que habita en nuestras mentes. Para configurar esa conciencia se deben alinear varios elementos, como la captación de clientes, diseño de servicios, calidad de los productos, políticas internas, imagen corporativa, Marketing, finanzas etc. Cuando estos elementos no tienen coherencia se genera una molestia que concluye en desconfianza, finalizando en la perdida de interés. Para las empresas esto significa perdida de ventas
Todo lo que pensamos define nuestra química, en el caso de una empresa sus valores y concepto son los que definen su existencia. Porque el branding no es solo para usuarios externos de la compañía, sino que también afecta sus órganos internos, los trabajadores. El poder de la marca como elemento diferenciador parte precisamente de los intangibles de una empresa: valor, credibilidad y singularidad.
Ahora pensemos esta experiencia desde la perspectiva del cliente. Somos la generación con mayor comodidad en la historia de la humanidad pero ¿Somos los más felices? No. entonces estamos fracasando. Simplemente estamos consumiendo en el abismo del equilibrio. Estamos en una latente crisis de modelo, las cosas están cambiando, por esto es que debemos crear marcas autenticas qué entreguen valor a las personas. La revolución de las emociones comenzó, y es gracias a la búsqueda de trascendencia que requieren las marcas de hoy, además la tecnología biometricas que recogen información de nuestros estados anímicos monitoreando señales de nuestro cuerpo y poniéndolas en favor de los datos .los patrones repetidos son cada vez más fugaces. Eliminar la hipocresía y alinear lo que pensamos con lo que sentimos es la clave si queremos crear identidades que resistan el juicio de la historia.
La clave es comunicar las perlas a destacar de tu empresa o producto, y a eso darle. Estamos muy saturados y las personas buscan “Especialidades”
Las 5 c
Coherencia
Consistencia
Constancia
Confianza
Contenido
El Branding es básicamente relaciones humanas. Por ejemplo, cuando a ti te gusta una persona, es muy mala idea esperar de brazos cruzados que esa persona llegue y se interese por ti. Haces toda una estrategia a través de Instagram, WhatsApp o Faceboook para llamar su atención. Con las marcas es lo mismo, mientras más ventas quieras hacer, más debes llamar la atención
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El Branding es básicamente relaciones humanas. Por ejemplo, cuando a ti te gusta una persona, es muy mala idea esperar de brazos cruzados que esa persona llegue y se interese, debes comunicarle quien eres.
-Cristóbal Astudillo Bolton.
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